sábado, 5 de septiembre de 2009

La efímera luz parpadea mientras la hora va fluyendo,

creyendo que este mundo recuerda como marcar el camino hacia la seguridad.

Nadie más pudo ver el sueño que yo vi

Al abandonar todo lo necesario,

no puedo llevar los deseos y guardarlos en mi corazón.

Aún en el intervalo entre la realidad y lo ideal,

llevo mis pies atados como víctima en un sacrificio.

Demasiada es la presión y hace desbordar mis impulsos,

porque mi corazón lo desea con toda sus fuerzas.

Mentira, miedo, ostentación, tristeza

es mucha negatividad.

Soy capturado sin delicadeza

por ser un mentiroso que desconoce la soledad.

Un grupo de construcciones perforan en el cielo nocturno.

Donde vi estrellas ya no las veo,

me pregunto si acaso “¿no estaré dudando?”

Las manchas inundan por completo las cosas de esta ciudad,

pues la realidad no omite nada.

Mañana en el fin del camino se unirán,

esta mano con las cosas que vio sostener.

Cierro los ojos y mis sentimientos flotan en un mar,

en el que imagine como una mano dibujaba días ideales.

El limite de la “verdad” esta en la aprobación de la sociedad,

que se marchita en una estupida igualdad,

las cosa que no puedo conseguir las guardare como cualquier otro.

Se cristaliza mi nombre al decir “yo mismo”

Continúo avanzando con las cosas hermosas,

hasta que algún día la realidad cambie.

Continúa obstinado con mi esperanza

es solo mi fe, La verdad obsoleta.

La efímera luz parpadea mientras la hora va fluyendo,

creyendo que este mundo recuerda como marcar le camino hacia la seguridad.

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